sábado, 10 de agosto de 2013

VACACIONES DE VERANO

El verano es una época del año  en la que normalmente disminuye la actividad social y privada de muchas personas que toman sus vacaciones para tener un merecido descanso de cuerpo y espíritu.  Este período del año no debe significar estar sin hacer nada sea en la playa o en la montaña, ciudad o pueblo. Más bien, puede ser una buena oportunidad de salir a la carretera, quizá cargado de maletas, por fin con la familia reunida, buscando otros horizontes y poder hacer esas cosas gratificantes que hemos ido dejando, atrapados por la actividad cotidiana. Había hecho el propósito, vano empeño, de no ver la tele, oír la radio y dejar, al menos estos días, los periódicos de lado. Buen intento, pero no funcionó. Mi esposa, con esa belleza que da la madurez y la tranquilidad del espíritu, me mira y sonríe. Cómo me entiende. Los hijos van creciendo en edad y sabiduría, como a mí me enseñaron. Conozco su esfuerzo, aunque no siempre consigan cubrir todos sus objetivos. Este agosto está haciendo calor. Las noticias que se van produciendo y que nos afectan de alguna forma, son como un carrusel de colores. Quisiéramos conocer sólo las buenas, las positivas, pero nos llega una visión más amplia de la realidad, a la vez cercana y lejana, porque, en esta sociedad de la comunicación global, nada nos puede ser ajeno. Santiago de Compostela, por unos días, no lo recordamos como el lugar donde, señalado por una estrella-estela que apareció, según la tradición, la tumba del Apóstol Santiago que, muerto en Jerusalén, había sido trasladado a Galicia por sus seguidores. En una fatídica curva, cuando ya llegaba a su destino, un tren ALVIA había descarrilado con un número elevado de víctimas que fueron rápida y eficazmente atendidas. Este año, los políticos ni en agosto son capaces de dejarnos tranquilos y posponer para otro momento la disputa de sus diferencias. Nos dicen que disminuye el número de personas sin trabajo. Es una buena noticia que da renovados ánimos y esperanza. Ya hemos llegado a nuestro punto de destino. Es el momento del reencuentro de familiares y amigos; de contarnos nuestras experiencias y realidades. Pero eso es otra historia.

 

 

viernes, 2 de agosto de 2013

UN DESCONOCIDO RAJOY BATIO A RUBALCABA

En el calendario político de este año 2013, estaba marcada con lápiz rojo la fecha de ayer 1 de agosto. El presidente Rajoy iba a dar a conocer la realidad de los hechos frente a unos políticos y medios de comunicación que por vender un puñado de periódicos más son capaces de perder su dignidad y retorcer la verdad hasta hacerla irreconocible. El nombre de Bárcenas ha sido utilizado como arma arrojadiza por quienes, a falta de mejor oferta, nos daban mercancía averiada. La Justicia pondrá, en su debido momento, a cada uno en su sitio. Ante los diputados, vimos a un Rubalcaba desorientado leyendo un discurso ya escrito, frente a la vigorosa intervención del renacido presidente. El dirigente socialista carece de argumentos y su discurso se compadece poco con la realidad expuesta por un presidente que, como un toro bravo en la plaza, se crece ante los puyazos. A quién creer. A Bárcenas y las variadas versiones de sus fantasías, o quizá al Rubalcaba trapecista que amenaza con esa moción de censura que arruinaría su vida política. En el otro lado del ring Mariano Rajoy, un hombre bueno, trabajador incansable, que sabe a dónde va y cree en sus ideas. Cuando llegó a la presidencia del Gobierno, tras una amplia victoria electoral, se encontró con un país arrasado por los socialistas de Rodríguez Zapatero. El cambio prometido se ha producido, pero no con la intensidad y profundidad deseadas. Ya no hablamos de brotes verdes, sino de descenso del paro, aumento de cotizantes a la Seguridad Social y otras mejoras. Realidades. Queda mucha tarea por hacer. Los pequeños partidos, el coro, se apuntan al NO con entusiasmo no teniendo cosa mejor que ofrecer. Quieren sangre, para recoger los restos de un enfrentamiento cainita. No es el momento para darles esa oportunidad. Avancemos juntos con decisión. La meta está cerca, pero solo llegarán los mejores. Pongamos todo nuestro esfuerzo para conseguirlo.