lunes, 23 de febrero de 2015

CUARESMA, TIEMPO DE CONVERSIÓN

La Cuaresma es un tiempo de penitencia para la conversión y renovación interior con el fin de prepararnos de una manera más adecuada para la celebración de los misterios pascuales. Es una oportunidad para reflexionar sobre nuestra relación con Cristo y nuestros hermanos. Conscientes de nuestras imperfecciones, debemos arrepentirnos de nuestras faltas y hacer un propósito sincero de procurar vivir como verdaderos creyentes, comprometidos con Cristo. Es el momento del cambio, de la conversión sincera. Vivimos agobiados, abrumados a veces, por los temas de aquí abajo, que van surgiendo en nuestra vida cotidiana. Mirad hacia arriba, procurando salir de la rutina diaria que nos muestra temas que quizá no sean tan importantes. Os invito, amigos, a seguir el camino hacia Cristo acompañándome en la oración, la escucha silenciosa y atenta de la Palabra de Dios, compartiendo nuestro tiempo con el prójimo y esforzándonos en la realización de obras buenas. La Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Aprendamos a conocer y llevar la Cruz de Jesús para alcanzar la gloria de la resurrección. Va a ser difícil, varias veces nos caeremos y volveremos a levantarnos. Es momento de apartar algunas cosas que nos distraen y dificultan nuestro encuentro con nuestros hermanos. Vamos a caminar juntos, poniendo más énfasis en lo que nos une que en lo que nos separa. Ésta es mi fe y éste mi testimonio.

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