viernes, 25 de diciembre de 2015

ES NAVIDAD

Hoy celebramos la festividad del Nacimiento de Jesús. Es una fiesta muy popular, que no significa lo mismo para todos nosotros. En algunos casos, la alegría por este acontecimiento aparece forzada. No sale de nuestro corazón. En otros, salimos a las plazas y calles para anunciar la gran noticia. En Belén, nace el Señor. Durante el Adviento, nos hemos reunido en las iglesias para prepararnos de la manera más adecuada para recibir a Jesús. Es cierto que cambia el ambiente exterior, pero no olvidemos lo que es más importante. Nos trae un mensaje de paz, amor y concordia. Es hora de aplazar diferencias, buscar cosas que compartir. La sociedad aparece crispada por diferencias que parecen insalvables. Vamos a solucionar lo que sea necesario para que reconciliados, podamos reunirnos en una mesa para celebrar el cumpleaños de Jesús. No es obligatorio estar alegres. A las personas que viven solas, están enfermas o sienten que la vida no les trata bien, debemos ofrecerles nuestro apoyo y solidaridad. Cuando caminamos presurosos por la calle para realizar los últimos preparativos para la Pascua, debemos ser conscientes de que nos podemos cruzar con una persona que está sufriendo. Quizá ha perdido a un ser querido o no tiene medios para poder cenar en la Noche Buena. Necesita, al menos, que le dediquemos una señal de afecto, una mirada. Una estrella aparece en el firmamento que se mueve lentamente para posarse en la casa de cada uno de nosotros. Alegraos, un Niño nos ha nacido. Nos trae la paz, escuchadlo. Es Navidad.

lunes, 21 de diciembre de 2015

20D: AL DÍA SIGUIENTE

Ha pasado la jornada electoral y la imagen que queda de España es multicolor. No es signo de alegría sino de serenidad, aunque sea impostada, ante los retos que se nos presentan. Entrar en el análisis de los motivos que han llevado a millones de españoles a cambiar su voto, aun en contra de sus propios intereses, queda para más adelante. Han faltado en esta campaña propuestas realizables,  por encima de eslóganes que tanto servían para un roto que para un descosido. Ninguna oferta novedosa para afrontar los retos a los que nos enfrentamos. No es lícito y puede ir en contra de nuestros intereses, votar por despecho o venganza. Cuando la imagen que muestra no nos gusta, nunca será la solución romper el espejo. Votar en contra de puede llevarnos a cometer errores que deberemos lamentar, aunque agua pasada no mueve molino. El Partido Popular ha tenido en contra una campaña brutal e injusta en la que la primera víctima ha sido la verdad. La cuerda de presos, propia de tiempos medievales ha vuelto mezclando a justos e injustos. Los socialistas, sin decidirse a hacer esa renovación interna y de proyecto político que tanto piden para los demás, siguen hundiéndose en la mediocridad, pretendiendo un poder que los electores les han negado. Un solo diputado socialista en Navarra es una mala noticia para los navarros. Es necesario, en España, un partido socialdemócrata fuerte, capaz de hacer frente a las necesidades de una sociedad moderna y europea. El PSOE, con una dura crisis de liderazgo y dividido internamente, no ha sabido ocupar ese puesto. Ciudadanos quiere situarse en un centro imaginario, pero tendrá de decidirse. Podemos es un globo que se ha inflado demasiado. Ha recibido votos prestados que debe devolver. El falso dilema entre partidos nuevos y viejos nos ha llevado a levantar un partido revolucionario, propio de los tiempos de Lenin. Pasan del agipró callejero (agitación y propaganda) a un parlamento democrático. Aunque disfrazados de corderos, ya empiezan a asomar la patita. Suponen un riesgo muy serio. De verdad.

domingo, 13 de diciembre de 2015

LA IMPORTANCIA DEL VOTO

Dentro de unos días, los españoles vamos a ser llamados para depositar nuestra papeleta de voto en una urna. Nuestra decisión no puede ser fruto de un arrebato momentáneo, ni de un afán justiciero que no es el momento, ni debe ser nuestro cometido. Las diferentes candidaturas pretenden regalarnos el oído con lo que creen que queremos escuchar. Algunos, no pudiendo ganar la partida, pretenden cambiar las reglas de juego. En estos difíciles momentos, en los que tantas cosas dependen de nuestra decisión, no es la hora de eludir responsabilidades, no acudiendo a votar, depositando un sobre vacío (voto en blanco) o una papeleta rota o con tachaduras (voto nulo). No es la mejor decisión, pero es nuestro derecho. Si decidimos participar, debemos hacerlo conscientes de nuestra responsabilidad. La campaña electoral poco nos ha aclarado de lo que realmente queremos saber. Convertida en la feria de las vanidades, hemos visto un desfile de belleza con poco contenido. No debemos elegir al más guapo, ni al que mejor habla, aunque tenga pocas cosas que decir; tampoco a quien parece estar en un zoco persa donde todo se compra y se vende hasta la dignidad. El Partido Popular es el partido del pueblo, que conoce bien nuestras necesidades y aspiraciones. Es una apuesta segura. Quedan muchas cosas por hacer y los ciudadanos son lo más importante. El PSOE ha hecho una mala campaña. Es una mala noticia. Partidos emergentes como Podemos (riesgo alto) o Ciudadanos (riesgo medio-bajo) tienen el inconveniente de dispersar el voto sin beneficio para nadie. Al elegir la papeleta no nos debemos fijar solo en el emblema del partido, sino también en los nombres de los candidatos que nos deben decir qué quieren hacer con nuestro voto y porqué debemos darles nuestra confianza. El día 20, todos a las urnas. Es nuestro derecho y nuestro deber.