sábado, 24 de julio de 2010

LA BANDERITA ESPAÑOLA





ALGO MAS QUE UN SÍMBOLO

Los españoles estamos viviendo momentos difíciles. La mala situación econonómica, social y política no nos mueve al optimismo. La bandera roja y amarilla a todos nos protege y ampara y merece el debido respeto. Estos últimos años, numerosos deportistas han honrado nuestra bandera y escuchado su himno en diversas competiciones donde han salido victoriosos. La misma bandera que nuestros soldados defendieron con honor en Cuba, Filipinas, Marruecos, Irak, en tantos lugares a lo largo de los siglos. El precedente más antiguo de una bandera nacional hay que buscarlo en el siglo XVI, tras la boda de Juana I de Castilla, hija de los Reyes Católicos, con el Archiduque de Austria Felipe el Hermoso. Llevaba la Cruz de Borgoña sobre fondo blanco. Fue Carlos III, atendiendo a las necesidades de la Marina y la conveniencia de tener una enseña distinta a otros países de la Casa de Borbón, entre diferentes propuestas, eligió una "bandera dividida a lo largo en tres listas, de las cuales la de arriba y abajo sean encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del total y la de enmedio amarilla, colocándose en ésta el escudo de mis reales armas, reducido a los dos quarteles de Castilla y León con la Corona Real encima." Así se puede leer en la Ordenanza General promulgada en aquel año 1785. Con el paréntesis republicano de 1931, ha llegado hasta nuestros días con diferentes cambios en el escudo, vigente desde 1981. Que la bandera y el himno sean nuestros distintivos que podamos mostrar y defender con legítimo orgullo. Pasarán los gobiernos, las leyes, las costumbres pero no pasará nuestra historia, con luces y sombras, con esta bandera y este himno que podamos honrar con legítimo orgullo.

Jesús María Uriz


lunes, 12 de julio de 2010

Sudáfrica 2010

CAMPEONES

El trabajo de muchas personas ha sido necesario para que podamos presenciar una escena tan importante: El capitán de la selección española de fútbol eleva al cielo la Copa. España, en un partido inolvidable, ha vencido por 1-0 en la final del Campeonato Mundial de Fútbol. El partido había terminado empate a cero, tras arriesgadas e increíbles paradas de nuestro admirado Iker Casillas. Estaba terminando la segunda parte de la prórroga. Vicente del Bosque, formidable estratega, ya había jugado sus cartas. Entonces, una jugada perfecta de equipo terminó con un disparo de Iniesta que dejó el balón en el fondo de la red. El partido estaba siendo muy difícil. Holanda había opuesto una fuerte resistencia. Los segundos que siguieron hasta el pitido final de árbitro parecían interminables. El tiempo parecía deternerse en un momento irrepetible. Nuestros jugadores han sido un ejemplo de deportividad y caballerosidad para el mundo. Madrid se prepara para recibir a sus héroes y darles el homenaje que han merecido.

Jesús María Uriz

jueves, 8 de julio de 2010

SANFERMINES 2010

AIRES DE FIESTA

Pamplona, estos días, ha vibrado intensamensamente con dos acontecimientos que han coincidido de manera gozosa. Las fiestas de San Fermín comenzaron el martes con la ciudad llena hasta los topes y una gran animación y alegría. Ayer, muchos hicimos un paréntesis en la fiesta, para seguir las incidencias del partido de semifinales que jugó España frente a Alemania con una memorable victoria. Hubo emoción, incertidumbre y un juego maravilloso que nos deslumbró a todos. Detrás estaba un pueblo unido que apoyaba y empujaba con fe e ilusión; también el esfuerzo de muchas personas que han puesto todo su empeño en que esto fuera posible. El domingo frente a Holanda, en la final, el milagro es posible.

Los Sanfermines son unas fiestas enminentemente populares, con un amplio programa donde destacan los actos religiosos como la Procesión del Santo por las calles, la misa del día 7 o las Visperas. Los encierros, la feria del toro y actos de lo más variado, con la música como protagonista forman parte de un amplio programa oficial. Pero estas fiestas son abiertas a la improvisación. Cada cual puede hacer su propio programa viviendo cada momento con intensidad en una ciudad hospitalaria, crisol de culturas donde nadie se siente forastero. La fiesta sigue.

Jesús María Uriz