viernes, 30 de septiembre de 2011

ELECCIONES


A lo largo de nuestra vida, tenemos que tomar decisiones que suponen hacer una elección entre varias posibilidades a nuestro alcance. Procuramos hacerlo con responsabilidad, atendiendo a nuestros intereses y las ventajas e inconvenientes de cada una de las opciones. Esto lo hacemos con naturalidad sin darle mayor importancia la mayor parte de las veces. De vez en cuando, somos convocados a acudir al colegio electoral para depositar una papeleta con la candidatura que hayamos elegido. El próximo día 20 de noviembre, se celebran elecciones generales. Durante esta larga pre-campaña electoral el Partido Socialista, que se ha ganado un amplio rechazo de la población, está poniendo  demasiado esfuerzo en destacar las debilidades del contrario y menos en las presuntas bondades de sus propias ofertas. Un nuevo candidato socialista, Pérez Rubalcaba, pretende que olvidemos que no es nuevo en la arena política. Sus propuestas ya no animan a una población fuertemente castigada por una dura crisis política y económica. Las encuestas nos muestran una amplia ventaja del Partido Popular con su candidato Mariano Rajoy. Es la gran esperanza para millones de españoles. Los viejos demonios que nos han enfrentado durante generaciones vuelven a aparecer, quizá por la desconfianza en los propios argumentos. Que se utilice todavía la palabra derecha para expulsar al oponente del debate político es difícil de entender. No es algo sin consecuencias depositar en una urna ese pequeño trozo de papel con una lista de nombres que forman parte de la candidatura. Avance, progreso, solución de los problemas, estoy seguro de todos lo queremos aunque algunos nos ofrezcan recetas caducas. Esta es una reflexión desinteresada sobre lo que suponen unas elecciones en política y la importancia de la participación o no en los comicios. Espero que sea de alguna utilidad para el amigo lector que me ha honrado con su confianza.

viernes, 23 de septiembre de 2011

TIEMPO DE CAMBIOS

Mariano Rajoy Brey
Congreso y Senado se disuelven para celebrar elecciones generales donde serán elegidos diputados y senadores. Una gran tarea les espera a quienes serán elegidos. Ya hemos visto las despedidas de muchos que ya no volverán al hemiciclo. Tendremos caras nuevas para viejos problemas. El 20 de noviembre es una fecha que tiene un hueco importante en la historia reciente. No parece casual que haya sido elegido ese día para los comicios. Es necesario, no sólo formar un nuevo Gobierno con amplio apoyo parlamentario y ciudadano. También, deberá estar formado por hombres y mujeres capaces de poner todo su esfuerzo y dedicación para lograr devolver a España al lugar que le corresponde en el concierto internacional. Es momento de tomar decisiones, cambiar de actitudes, pensar no en los réditos personales inmediatos sino en el bien común y en el progeso. Olvidemos el despotismo ilustrado que tuvo su tiempo en siglos pasados. Todo por el pueblo, pero sin el pueblo no es un lema aceptable. Levantar este país, antes llamado España, de la postración en la que lo han dejado los pésimos gobiernos que hemos padecido es una ardua tarea que nos espera. Debe ser objetivo de todos, aparcando diferencias coyunturales para la meta deseada. No tengo soluciones mágicas para todos vuestros problemas, pero os ofrezco todo mi esfuerzo para encontrarlas. La situación es muy difícil. Vamos a pasar momentos duros. Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Habrá que hacer grandes sacrificios, pero necesarios para ganar un futuro de esperanza, libertad y pan para todos. El nuevo Presidente del Gobierno debe ser capaz de unir y no dividir, escuchar a todos y decidir sin titubeos. Será firme, aunque sus actos no siempre puedan ser entendidos. Debe hacer tres cosas: escuchar, escuchar y escuchar y después tomar decisiones, aunque nos cueste aceptarlas. Para eso será elegido y en hacerlo estará su grandeza.

sábado, 10 de septiembre de 2011

COMIENZA EL CURSO

Tras el paréntesis veraniego, va volviendo poco a poco la actividad. La cercanía de las elecciones legislativas del 20 de noviembre domina el panorama político y social en una campaña electoral demasado larga y áspera. Falta generosidad y una visión general de la situación que debemos afrontar. En demasiadas ocasiones, intereses particulares son un obstáculo en el camino que queremos recorrer. El conflicto de la enseñanza es difícil de entender en unos profesores que deben basar sus enseñanzas en un comportamiento social ejemplar por encima de discutibles intereses personales. El drama de millones de personas víctimas del paro y aquellos que ven que sus ahorros de toda la vida se ven reducidos por la crisis de los mercados debe invitarnos a una seria reflexión. Es necio y egoísta mirar por encima del hombro y creer que no nos afecta. Es hora de exigir a nuestros políticos que por encima de diferencias coyunturales sean capaces de buscar el bien común. No podemos por un puñado de votos, sacrificar la vida y el futuro de generaciones. Están pasando muchas cosas que escapan de nuestra comprensión pero nos afectan con dureza. No podemos quedarnos en una burbuja de cristal. Es la hora de cambiar actitudes, renovar proyectos, caminar hacia el futuro, afrontar las dificultades con un  talante positivo. El Partido Popular, el partido del pueblo y para el pueblo, tiene proyecto y un importante grupo de personas, dispuestas a llevarlo a cabo. Tiene toda mi confianza.