domingo, 24 de enero de 2016

EL FUTURO DE ESPAÑA

Ya ha pasado más de un mes desde que los electores cubrieron con una variedad cromática nuestra ya achacosa piel de toro. España es una gran nación con una larga historia que cuenta con héroes y villanos. Cambio no puede ser necesariamente un bálsamo que cure todos los males. El diálogo, el encuentro, el pacto entre diferentes son necesarios para encontrar soluciones compartidas a los problemas y afrontar con éxito los retos del futuro. Cuando no nos gusta la imagen que refleja de nada sirve romper el espejo. Cometemos un grave error si nos dejamos llevar por ambiciones personales y la tentación de imponer nuestras propias ideas. España y los españoles nos piden un gran esfuerzo para lograr la concordia y el entendimiento entre nosotros. El Parlamento debe ser un lugar para hablar y escuchar con respeto. Que todas las ideas puedan ser expresadas con libertad y las propuestas presentadas atendidas en beneficio de la justicia. Es necesario que el Parlamento realice la investidura de un nuevo presidente para que pueda formar un Gobierno que atienda las necesidades y aspiraciones de todos los ciudadanos. El presidente Rajoy hizo una gran labor en estos años de crisis que debemos reconocer. Su decisión de no presentarse a la investidura en este momento fue una decisión muy inteligente. Las ambiciones de Sánchez e Iglesias por ocupar el sillón sin reparar en medios lícitos o ilícitos dejan a los ciudadanos indefensos. Sus propuestas pueden ser malas para todos y devorarse entre ellos. El golpe de mano de Pablo Iglesias presentando unas peticiones inasumibles dejó al PSOE descolocado y sin capacidad de reacción. España puede tener un gran futuro. Es la hora de los ciudadanos de a pie. Debemos aportar ideas, propuestas nuevas; exigir a nuestros políticos que sean capaces de construir y de caminar juntos. Por nuestros hijos y nietos. Por el futuro de España.