viernes, 24 de diciembre de 2010

NAVIDAD

UN DÍA PARA EL RECUERDO
Hoy es Nochebuena, víspera de Navidad, conmemoración de un hecho histórico para la humanidad. Hace dos mil años, para cumplir el edicto del emperador romano Augusto, los jóvenes María y José llegaban a Belén. Era un pueblo pequeño, apenas una aldea, que en aquellos días tenía un inusual movimiento de pesonas. Una vez empadronados, trataron de conseguir hospedaje sin conseguirlo. María, que estaba en cinta, notaba la inminencia de la llegada de su primer hijo. Cuando ya anochecía, encontraron cobijo en un establo, donde nació el niño Jesús.
En la actualidad, una fiesta religiosa pero también el recuerdo de algo tan humano y tierno como el nacimiento del primer hijo de una mujer enamorada, ha perdido mucho de su sentido original. Olvidamos que los protagonistas son la Virgen María que trae al mundo al hijo de Dios, el niño y su esposo, testigo silencioso del milagro que se va a producir. Es un momento para compartir la alegría de una madre, también porque así se cumple lo que lo que habían anunciado los profetas. Poco tiene que ver con esta falsa alegría, este consumo compulsivo que hace que olvidemos a los que nada tienen, que carecen quizá hasta de lo más necesario. Quizá la celebren de una manera más auténtica.
Necesitamos un cambio interior de actitudes para dar un valiente testimonio de nuestra fe, para lograr una profunda transformación de esta sociedad. Esto es lo hoy nos pide a nosotros el niño de Belén.
Jesús María Úriz

domingo, 5 de diciembre de 2010

ESTADO DE ALARMA

ACABÓ LA HUELGA
Tardarán todavía unos días en disiparse los efectos de la huelga de los controladores aéreos que ha tenido graves consecuencias para los ciudadanos afectados y la economía nacional. La declaración del estado de alarma es un hecho previsto para casos muy excepcionales y ha causado un gran impacto en la opinión pública. La gestión del conflicto con los controladores por el ministro Blanco ha sido muy deficiente y no ha sabido darle las soluciones adecuadas. Nunca se debió llegar a esta situación que pone en cuarentena derechos de los ciudadanos cazados en medio de un conflicto del que son ajenos. Las responsabilidaes penales en que hayan podido incurrir los controladores deben ser exigidas con el máximo rigor, pero el Gobierno no puede eludir sus  responsabilidades políticas. El presidente Rodríguez Zapatero no ha sido capaz de dar la cara y dar explicaciones a unos ciudadanos que asisten indefensos a la declaración del estado de alarma por primera vez desde la aprobación de la Constitución.  Queremos saber que ha pasado, por qué y si se tomaron a tiempo las medidas de prevención adecuadas. Es nuestro derecho.
Jesús María Úriz