lunes, 27 de junio de 2016

EL TRIUNFO DE LA RAZÓN


ROTUNDA VICTORIA DEL PARTIDO POPULAR

Mariano Rajoy

    Ayer tuvimos, en España, elecciones al Congreso y Senado. Seis meses después de los anteriores comicios, hemos tenido que volver a los colegios electorales. En aquellos días de diciembre, nuevos actores aparecían en una representación que fue una mala comedia de enredo sin gracia. Unos anunciaban un asalto a los cielos, otros se convertían en jueces puritanos que pretendían imponer la virtud absoluta y aquellos, asaltar la Moncloa para realizar una revolución que presumían pendiente. Una vez celebrados los comicios, un viento de intolerancia nos heló a todos y cegó nuestro entendimiento. Cierto es que ganó, en aquella ocasión el Partido Popular. Nadie le puso las cosas fáciles. Como todo ser humano, en su gestión, podemos encontrar aciertos y errores, pero nadie le puede negar su capacidad de trabajo y entrega. Quisieron someterlo al escarnio público, en una sesión de investidura donde tenía garantías de fracasar. Renunció. No se lo perdonaron. Así, pasaron los meses y llegamos a tener una nueva oportunidad de reconsiderar nuestros apoyos, en unas nuevas elecciones. Esta vez, no hemos visto carteles, ni banderolas con la imagen de los principales candidatos. No ha habido grandes mítines. Han quedado los candidatos expuestos en una cruda desnudez. El resultado no es necesario repetirlo aquí. Todos lo conocemos. Los ciudadanos dieron una muestra de sensatez, que la mayoría de los políticos no tuvieron. Fue el triunfo de la razón. Ganó el Partido Popular, ampliando su ventaja sobre el PSOE y Podemos. Vimos a un Mariano Rajoy que era consciente que había conseguido un gran triunfo personal, pero también a un pueblo que había apoyado con generosidad a su mejor candidato. Llega la hora del diálogo, de la negociación, de la renuncia de algunas de nuestras aspiraciones en beneficio del bien común. Si no somos capaces de reconocer la voluntad del pueblo, ya expresada con claridad y sigue la intolerancia y el rencor moviendo nuestras decisiones, que Dios nos lo demande. Los dirigentes políticos deben reflexionar y tomar las decisiones más acertadas. Que estemos en verano no puede ser excusa para retrasar la investidura de un presidente que pueda gobernar con justicia, al servicio de todos; que tome con acierto y rapidez todas las decisiones que demande la actualidad de cada día. Su nombre, Mariano Rajoy Brey, presidente del Partido Popular y diputado electo al Congreso.

domingo, 19 de junio de 2016

26J: LA IMPORTANCIA DEL VOTO

LA HORA DE LA RESPONSABILIDAD
Un funcionario electoral prepara papeletas de votación en un recinto electoral.
Participar depositando una papeleta en la urna es un derecho y una obligación cívica. Los políticos ponen en nuestras manos una importante responsabilidad. La aparición de nuevos actores en la escena nos obliga a poner un mayor esfuerzo a la hora de elegir la papeleta. Ciertamente, sólo elegimos en estas elecciones diputados y senadores que no sabemos si harán honor a la confianza que en ellos hemos depositado. Salvo en su propia circunscripción, los líderes nacionales que nos machacan hasta el hastío no aparecen en las papeletas. Los parlamentarios no están sujetos a mandato imperativo, así que son plenamente responsables ante nosotros de lo que hicieron o dejaron de hacer. Cara a cara, en contacto directo, deben rendir cuentas ante los electores. Recurrir a la mentira, como Rivera para destrozar a su adversario, es un método que debe ser firmemente rechazado. Que se le calentó la boca no me sirve como excusa. Tampoco me sirven los gritos, ni los discursos recitados de forma atropellada para no dejarnos pensar. Los programas electorales se guardan bajo siete llaves, como un gran secreto y quieren que votemos a ciegas. Hablan de cambio y nos ofrecen mercancía podrida. La caída de Navarra en manos de Podemos es una gran desgracia y puede caer también España. Si cae España, caería Europa en manos de nuestros enemigos y la civilización occidental, con nuestros derechos y libertades, sería solo un recuerdo del pasado. Vota con responsabilidad. Vota Partido Popular.  

domingo, 12 de junio de 2016

26J: UNA DIFÍCIL ELECCIÓN

    En nuestra vida personal, con frecuencia tomamos decisiones. Elegimos, entre diferentes opciones, la que más conviene a nuestros intereses o aficiones, con criterios de coste y oportunidad. Somos seres sociales, nos agrupamos en sociedades y asociaciones de diferentes tipos. La elección de quienes han de dirigirlas no debe producir grandes sobresaltos. No siempre nuestras decisiones son acertadas y, en su momento, llega la hora de rectificar nuestra anterior elección. Lo hacemos muchas veces sin darle demasiada importancia. Los enfrentamientos políticos en estos últimos años se nos han metido hasta la cocina de nuestra casa. El entendimiento y el respeto entre diferentes han dado frutos positivos cuando se han producido. Desgraciadamente, hemos sustituido las palabras por los garrotes y el dialogo por los insultos. No es con líneas rojas, ni humillando a los demás como se construye un futuro. La división entre izquierdas y derechas ha transmutado en buenos y malos. Apelar al centro político en la actualidad es un recurso falso e inútil. Podemos estar reviviendo, para nuestra desgracia, aquel terrible enfrentamiento fratricida que se produjo entre 1936 y 1939. Debemos reconocer que hubo un vencedor y el pueblo conjuró así la amenaza comunista hasta la actualidad. Todos hemos cometido errores y no hemos valorado en su justa medida el efecto perturbador de las cadenas de televisión y otros medios de comunicación. En un lado del ring aparece el Partido Popular, el pueblo para el pueblo. Ciudadanos se mueve en la indefinición y todavía no lo conocemos lo suficiente. Al otro lado del cuadrilátero, el Partido Socialista tiene una larga historia, con luces y sombras, que no quiere reconocer. Podemos es un producto de diferentes intereses ocultos. La aparición de la hoz y el martillo, símbolo del comunismo y la bandera tricolor produce una lógica inquietud. A pesar de las dificultades, debemos elegir a nuestros representantes en el Congreso y en el Senado. Acertemos en la elección para que ésta no sea la última oportunidad.

domingo, 5 de junio de 2016

26J: UNA NUEVA OPORTUNIDAD

     La política es el arte de encauzar los deseos hacia la realidad soñada. Naturalmente, a la hora de hacer sus ofertas programáticas los partidos procuran decirnos lo que creen que queremos oír. Lo que hemos visto, tras las anteriores elecciones autonómicas y locales es que una cosa es predicar y otra dar trigo. En Navarra, los cuatro partidos unidos en el Gobierno Foral sin más argamasa que los una que el deseo de arrojar a las tinieblas a Unión del Pueblo Navarro, partido que con todo merecimiento, volvió a ganar las elecciones forales, muestran sin disimulos sus diferencias e incapacidad para gobernar juntos. La ikurriña, símbolo del nacionalismo como potencia ocupante del territorio, es escondida hasta después de las elecciones. El próximo día 26, en los colegios electorales, tenemos una nueva oportunidad depositando nuestra papeleta en la urna. La elección no es fácil y debemos hacerla con el máximo de responsabilidad. Ya hemos tenido estos meses suficiente tiempo para conocer la verdadera cara de los púgiles que se enfrentan en desigual combate. El premio, ocupar la presidencia de un Gobierno que debe estar al servicio de todos. Administrar con justicia, servir el bien común, colocar a España en un lugar destacado del concierto internacional deben ser objetivos comunes, pero no parecen entenderlo. La pregunta común a todos es bien sencilla: ¿Por que tengo que votar a tal o cual partido? Todavía no hay respuestas convincentes. El amago de dividirnos en bloques izquierda-derecha es una mala señal. 85 años después, tenemos que gritar con fuerza: Recordad 1931. Quien no conoce la historia corre el riesgo de contribuir a su repetición.