viernes, 15 de febrero de 2019

ELECCIONES GENERALES EN ABRIL

Con la convocatoria de elecciones generales para el 28 de abril, el presidente Sánchez da fin a un período convulso de nuestra historia reciente. Los ciudadanos vamos a tener una oportunidad de corregir, si es nuestro deseo, una anomalía democrática. Pedro Sánchez no era diputado y con 83 diputados el PSOE había obtenido el peor resultado de su historia. Con mentiras y medias verdades pretendió justificar una moción de censura contra el presidente legítimo Mariano Rajoy. Sin más méritos que su propia ambición personal, se presentó a la investidura sin programa de Gobierno. Pidió el apoyo de la Cámara "para echar a Rajoy". Lo logró por los pelos, mendigando el apoyo de unos y otros. Después, sus aliados de ocasión han pedido el precio de sus favores. La debilidad y falta de criterio del Gobierno Sánchez han sido evidentes. La pésima política de comunicación ha provocado que sólo hayamos percibido sus numerosos errores, sin poder valorar alguna rectificación oportuna. No ha sido capaz de mostrar sus aciertos si alguno tuvo. Un Gobierno no puede pasar días, semanas y meses haciendo oposición a la oposición democrática. Debe tomar decisiones, afrontar los problemas, escuchar la voz de los ciudadanos directamente y a través de sus representantes. El fracaso de Pedro Sánchez no es una buena noticia. La libertad de expresión y opinión deben ser defendidas a toda costa. El derecho de asociación con fines lícitos debe ser escrupulosamente respetado. Hablar despectivamente de otros con expresiones como "las derechas" es de mal gusto y denota un mal talante. He vuelto y que cada cual me coloque la etiqueta que prefiera. Es su derecho.