lunes, 26 de marzo de 2012

ELECCIONES: EL DÍA DESPUÉS

Ayer se celebraron elecciones autonómicas en Andalucía y Asturias. El ambiente de violencia de estos días, apenas contenida, tras la convocatoria de huelga general por algunos sindicatos, no es el más adecuado para debatir propuestas y programas por parte de los candidatos. Hemos podido escuchar demsiados exabruptos y declaraciones, que nada tienen que ver con la realidad. En Asturias, el fracaso de la política de Álvarez Cascos llevó a una precipitada convocatoria electoral que ha complicado más la situación a la espera del escrutinio definitivo. ¿Y Andalucía? Bien, gracias. Por primera vez, desde la aprobación del estatuto de autonomía, no han ganado los socialistas. El Partido Popular, aun ganando los comicios, ha quedado por debajo de las expectativas demasiado optimistas que se han visto defraudadas. La situación en la Andalucía del despifarro, del elevado paro laboral, del atraso social podrá ir un poquito peor. Es la hora del debate interno y del estudio de los resultados por parte de los políticos. Habrá que negociar para repartirse los despojos, después de la batalla. Miemtras, el pueblo sufre y pierde la esperanza. El Partido Popular y el Gobierno de España deben hacer un mayor esfuerzo de comunicación y explicación de las políticas que realizan. La reforma laboral es un conjunto de medidas muy variadas que deben conocerse en detalle, para poder aprovechar todas sus posibilidades. No es momento de huelgas, sino de explicaciones.

sábado, 10 de marzo de 2012

LA HUELGA GENERAL, UNA GRAVE DECISION

Y llegó la convocatoria de huelga. No es una buena noticia ni para los trabajadores, ni para los inversores, ni para los estudiantes, ni para los parados, ni para los pensionistas. En resumen, para nadie. Este golpe de fuerza contra la soberanía nacional que expresó con claridad su voluntad de cambio y de reformas en las pasadas elecciones generales, merece nuestro más absoluto rechazo. La intimidación, violencia y sabotajes que se producen en estas situaciones son totalmente contrarios al clima de sosiego y cordura que necesitamos. Los ciudadanos queremos soluciones para los diversos problemas, propios de este cambio de estructuras sociales que estamos viviendo. Todos debemos colaborar. Frente al desafío sindical al Gobierno y al Parlamento es necesaria la máxima unión en defensa de la convivencia en paz y libertad. La reforma laboral es muy importante y trata diversos temas de gran interés. En el debate parlamentario, habrá oportunidad de conocer con más detalle, las posibilidades que ofrece para la buena marcha de las relaciones laborales, tan importantes en este momento de profundos cambios. Necesitamos una visión de conjunto de este importante texto legislativo que podrá ser modificado en las Cortes recogiendo diferentes sensibilidades. Pero me temo que la reforma laboral, que da más protagonismo a los trabajadores frente al búnker sindical, es sólo una excusa para un enfrentamento suicida ya decidido al día siguiente de las elecciones. TRABAJO, SI. HUELGA, NO. Aunque les incomode a unos sindicatos que defienden, frente a los trabajadores, unos inaceptables privilegios.

miércoles, 7 de marzo de 2012

DOS MESES CON RAJOY

Ya han pasado más de dos meses desde que Mariano Rajoy tomó posesión como Presidente del Gobierno tras su amplia victoria en las últimas elecciones generales. España está pasando momentos muy difíciles. Creo que es el momento de comprobar cómo los diferentes actores han ocupado su lugar. El balance de estos primeros 70 días tiene, como cabía esperar, luces y sombras. Aunque a veces da la sensación de no querer pisar demasiados callos a la vez, Rajoy ha tomado decisiones importantes con gran rapidez aunque falta madurar algunas. Tiene que mejorar la comunicación.  No basta hacer cosas bien; tenemos que percibirlo de esa forma. El proyecto de reforma laboral es un texto importante al que hay que dar tiempo para se vean sus efectos. Realiza numerosos cambios en las reglas de juego, pero necesita un amplio debate e información sobre sus posibilidades. Es muy necesaria la colaboración de todos, pero la reacción de algunas centrales sindicales, que ven mermados sus injustificables privilegios, me parece excesiva y contraria al interés general de los ciudadanos. Una huelga general, con sus secuelas de intimidación y violencia, produce un clima nada propicio para realizar las inversiones necesarias. Es momento de sacrificios y los poderes públicos deben dar ejemplo. La Administracción consume demasiados recursos y es necesario reducir el elevado déficit público, tomando las necesarias medidas con rigor y decisión. Mientras tanto, Pérez Rubalcaba no parece capaz de dar un mensaje coherente para que podamos conocer de dónde viene y a dónde va. Pero esa ya es otra historia.