domingo, 30 de noviembre de 2014

ADVIENTO, TIEMPO DE ESPERANZA

Con el tiempo de Adviento, del latín ad-venio, que significa venir o llegar, comienza el año litúrgico. Es un tiempo de esperanza y de renovación interior. Durante estos días nos exhortan a los fieles cristianos a prepararnos dignamente para celebrar un acontecimiento histórico ocurrido hace veinte siglos y que sigue siendo fundamental para nuestras vidas. Dios, hecho hombre, va a reunirse con nosotros. Ese niño que nace en un lugar humilde de Belén es el Señor que viene al mundo como el Dios del amor encarnado. Es necesario que abramos nuestro corazón y nos preparemos adecuadamente para recibirlo. Separemos el ruido de las campañas comerciales que nos ponen dificultades para que podamos entender el verdadero significado de lo que vamos a celebrar. Dios viene a nosotros que nos mostramos dispuestos a recibirle. Colocado entre las pajas de un pesebre sonríe y al verlo, siquiera por un instante, quizá nos damos cuenta de que nos trae un mensaje de paz y concordia, pero también unas ideas y principios revolucionarios para la época, que también son duros y exigentes para nosotros. Llega el Señor, ya purificados salgamos a recibirle.

domingo, 16 de noviembre de 2014

UN DIA DE NOVIEMBRE

Muchas cosas están pasando estos días en España y no es fácil separar el grano de la paja y lo importante de lo accesorio. Quiero expresar mi solidaridad con tantos catalanes, españoles de corazón y por derecho, que quieren seguir formando parte de este gran proyecto de vida en común que llamamos España. Pedro Sánchez ya ha pasado el periodo de gracia que le podíamos conceder por su condición de principiante. Ha cometido demasiados errores  y evidenciado su carencia de proyecto político y social para España. El PSOE no puede iniciar en solitario una reforma constitucional. Carece de competencias para hacerlo. La relación entre catalanes y otros españoles puede ser un tema interesante para tertulias de café, pero eso no soluciona los problemas de los catalanes producidos por el desgobierno de Artur Mas y otros políticos catalanes, presos de sus egoísmos. La palabra corrupción está apareciendo con demasiada frecuencia, llenándonos a todos de fango. Es cierto que nos encontramos con conductas que merecen un reproche social y penal en su caso. Lanzamos acusaciones con demasiada ligereza sin medir sus consecuencias y la participación de cada cual en la realización de los hechos denunciados. Cada uno de nosotros debemos ser responsabes de nuestros actos y actuar con prudencia. Quien tenga conocimiento de un hecho que pueda ser constitutivo de delito está obigado a denunciarlo ante el Juzgado de Guardia o el Ministerio Fiscal, aportando las pruebas necesarias para sostener la acusación. No existe la Justicia preventiva ni puede ser nadie juzgado o condenado antes de que se produzcan los hechos denunciados. No podemos desdeñar las consecuencias que pueda tener la aparición de una fuerza como Podemos. No sabemos quien está detrás ni que intereses sirve. Su financiación es un misterio. El apoyo que tiene de grandes medios de comunicación no lo entiendo, aunque si se lo retiraran caería esto que es como castillos en el aire. No basta con comunicar bien. Hay que decir la verdad de lo que se pretende sin calentar los oídos diciendo aquello que se quiere oír. Esto ya es otro tema que queda para tratar más adelante.