domingo, 30 de noviembre de 2014

ADVIENTO, TIEMPO DE ESPERANZA

Con el tiempo de Adviento, del latín ad-venio, que significa venir o llegar, comienza el año litúrgico. Es un tiempo de esperanza y de renovación interior. Durante estos días nos exhortan a los fieles cristianos a prepararnos dignamente para celebrar un acontecimiento histórico ocurrido hace veinte siglos y que sigue siendo fundamental para nuestras vidas. Dios, hecho hombre, va a reunirse con nosotros. Ese niño que nace en un lugar humilde de Belén es el Señor que viene al mundo como el Dios del amor encarnado. Es necesario que abramos nuestro corazón y nos preparemos adecuadamente para recibirlo. Separemos el ruido de las campañas comerciales que nos ponen dificultades para que podamos entender el verdadero significado de lo que vamos a celebrar. Dios viene a nosotros que nos mostramos dispuestos a recibirle. Colocado entre las pajas de un pesebre sonríe y al verlo, siquiera por un instante, quizá nos damos cuenta de que nos trae un mensaje de paz y concordia, pero también unas ideas y principios revolucionarios para la época, que también son duros y exigentes para nosotros. Llega el Señor, ya purificados salgamos a recibirle.

No hay comentarios: