Mañana puede ser verdad
Cuando hay un problema, para llegar a una solución satisfactoria, es fundamental reconocer que el problema existe. Nos enfrentamos a un desafío de alcance mundial, que requiere soluciones diversas a corto, medio y largo plazo. Será necesario que los poderes públicos den una imagen de austeridad que se corresponda con la realidad. Es imprescindible la reducción del gasto en el funcionamiento de la Administración con la supresión de organismos inútiles e ineficaces, incluso ministerios. Las Comunidades Autónomas reducirán sus gastos de funcionamiento y propaganda, primando la inversión productiva que requiera la utilización intensiva de mano de obra. Deberá reducirse drásticamente el plazo de tiempo entre la realización de una obra o servicio y el abono correspondiente. Ante la dificultad de obtener dinero circulante, aparecerá la figura del intercambio de bienes tangibles e intangibles. Una persona ayuda a otra a cambio de retribución en especie o de otro trabajo en beneficio de la primera. Es imprescindible ayudar a los autónomos, pequeñas y medianas empresas a evolucionar para adaptarse a las nuevas necesidades que irán surgiendo.
En el terreno educativo, es necesario un cambio radical. Los educandos serán preparados para vivir en una sociedad en evolución constante. Las relaciones laborales no serán como las conocemos actualmente. Será necesaria una movilidad funcionalidad y geográfica para lo cual se tomarán las siguientes medidas: aumento de las viviendas en alquiler y formación continua. Los trabajadores serán polivalentes, pudiendo realizar diferentes tareas para lo que deberán ser adecuadamente adiestrados. Estarán dispuestos a trabajar en equipo y a aportar sus sugerencias en beneficio de la empresa. Se reducirán las diferencias salariales entre las diferentes escalas productivas. Parte del salario está ligado a unos objetivos previamente señalados. El esfuerzo del Gobierno pondrá más énfasis en el factor trabajo que en los subsidios de los parados. Siempre será mejor trabajar que recibir algo a cambio de nada. La protección social deberá cumplir unos objetivos previamente marcados de capacidad y suficiencia.
La salida de la actual crisis sólo será posible cuando seamos capaces de realizar unos profundos cambios sociales que supongan valorar adecuadamente todo aquello que podemos aportar a la sociedad. Los retos son enormes, pero tenemos la capacidad necesaria para hacerles frente. Hay que crear un mundo más justo donde todos tengamos cabida. Es nuestra decisión.
Jesús María Úriz
No hay comentarios:
Publicar un comentario