Tras el paréntesis de las vacaciones de verano, la actividad de la sociedad comienza a despertar de su letargo. Un nuevo curso que comienza con una importante subida del IVA, impuesto que graba el consumo de todos sin distinción. Esta crisis que estamos padeciendo va a ser larga y solo quienes sepan adaptarse podrán salir con éxito. Se han convocado para el 21 de octubre elecciones en Euskadi y Galicia. Los electores tomarán una importante decisión que podrá tener consecuencias positivas o negativas para todos. A la hora de decidir depositar o no una determinada papeleta en la urna habrá que tener la mente fría aunque esté el corazón caliente. Los problemas, las cambiantes circunstancias de la vida no tienen vacaciones. Son la salsa de la vida que vamos cocinando para singular banquete. No podemos dejarnos llevar por el pesimismo. Podemos y debemos ser capaces de salir adelante. Habrá que pedir a los políticos que, al menos, no estorben. Los recursos económicos son escasos y deben ser administrados con prudencia y rigor. El elevado paro, el estancamiento económico, las carencias en educación y formación profesional son realidades ante las cuales no podemos reaccionar rompiendo el espejo que refleja nuestra imagen. Nuevas iniciativas personales y empresariales capaces de destacar en este desierto, deben tener todo nuestro apoyo y consideración. Levantar este país, antes llamado España, debe ser un objetivo de todos. En este noble propósito podemos encontrarnos. Es mi deseo y mi esperanza.
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