jueves, 17 de enero de 2013

ENTRE EL TEMOR Y LA ESPERANZA

ESPAÑA EN LA ENCRUCIJADA
Ya han pasado más de dos semanas desde que comenzó este año 2013. Pasados los momentos de los buenos propósitos para los meses venideros vamos afrontando una realidad que no tiene tintes tan sombríos. El nacionalismo catalán nos muestra su peor cara. Su desafío y desprecio a los ciudadanos no puede tener premio. Los políticos están dando un pésimo ejemplo a tantas personas que pasan dificultades para tener un plato en la mesa y un techo bajo el que cobijarse. El Gobierno del Partido Popular se encontró con el reto de levantar un país postrado tras la etapa socialista. Ante la grave situación que encontró buena parte de su programa electoral tuvo que quedar guardado en un cajón bajo llave. Ha realizado muchas reformas en el terreno económico y laboral. Era y sigue siendo momento de fijar prioridades, gobernar con justicia y renovar nuestras estructuras sociales y económicas para atender las necesidades que traerá un futuro que ya podemos mirar con esperanza. Son muchos los sacrificios que todos estamos haciendo. Los medios des-informativos buscando un titular llamativo y una atención que no merecen, destacan casos de personas con conductas que merecen reproche social y una justa indignación. Pongamos más el acento en lo positivo, en los avances en la ciencia y la investigación, en el esfuerzo colectivo, en tantas personas que dan lo mejor de sí mismos al servicio de los demás. Es la hora de las grandes decisiones, pero también de apoyar los pequeños esfuerzos de cada uno de nosotros en la vida diaria. Creo sinceramente que merecemos tener esperanza. Tras la oscura noche amanece cada día. Construyamos juntos el futuro. Con la convicción de que nuestro esfuerzo dará sus frutos. Este es mi compromiso.
 
 

1 comentario:

Viky dijo...

Veo en tus escritos que eres muy positivo.
Los políticos, en general, no hacen caso de lo que ocurre a millones de españoles. No han tenido ni un mínimo de solaridad con trabajadores públicos ni privados; ellos no se rebajan el sueldo. ¡Popr qué Rajoy no hace un decretazo para disminuir los sueldos y otros honorarios de sus señorias?