En este día lluvioso, Pamplona honra a su patrón San Saturnino con gran solemnidad y diferentes actos cívicos y religiosos. El jueves se cumplieron los 400 años desde que los regidores municipales acordaron, en razón de sus numerosos méritos, declarar al santo patrón de la ciudad e hicieron votos de celebrar su fiesta todos los años. Es de aceptación popular que San Saturnino fue el primer predicador del cristianismo en la ciudad romana de Pompaelo (Pamplona en la actualidad). Esta mañana, estaba previsto que la Corporación municipal marchara por las calles de la ciudad desde el Ayuntamiento hasta la iglesia de San Saturnino, pero los miembros del Ayuntamiento han tenido que ir directamente al templo. La procesión ha sido suspendida por la lluvia. A las once de la mañana, el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela Francisco Pérez ha presidido la misa en honor al santo. La eucaristía ha estado amenizada con la música la Capilla de Música de la Catedral, dirigida por el maestro Aurelio Sagaseta y con Julián Ayesa al órgano. Ha asistido la Corporación Municipal con la excepción del alcalde Enrique Maya, por baja médica.
Dice la tradición que, cuando era obispo de Tolouse (Francia), San Saturnino, en su labor misionera, vino a Pamplona para predicar en nuestra ciudad. Con el agua que se encontraba en un pozo situado frente a un templo romano, llegó a bautizar a 40.000 personas, entre ellas Firmus, que conocemos como san Fermín, que posteriormente fue el primer obispo de Pamplona y como San Saturnino murió alcanzando la palma del martirio.
Dice la tradición que, cuando era obispo de Tolouse (Francia), San Saturnino, en su labor misionera, vino a Pamplona para predicar en nuestra ciudad. Con el agua que se encontraba en un pozo situado frente a un templo romano, llegó a bautizar a 40.000 personas, entre ellas Firmus, que conocemos como san Fermín, que posteriormente fue el primer obispo de Pamplona y como San Saturnino murió alcanzando la palma del martirio.
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