Hoy es Jueves Santo. Jesús se
reúne, por última vez con sus discípulos, para celebrar la Cena de Pascua. Nos
deja la Institución de la Eucaristía, donde Él se hace presente a través de la
conversión del pan y del vino en su Cuerpo y en su Sangre. También el
sacramento del Orden Sacerdotal. Es uno de los días con más celebraciones
litúrgicas y religioso-populares. Son numerosos, en nuestras calles, los desfiles
procesionales, manifestación de una fe que permanece viva en nuestro pueblo. El
Jueves Santo es un anuncio de lo que va a venir. Jesús, en su Última Cena,
vivió consciente y de una manera anticipada su pasión y muerte. En ese momento,
nos dejó claro por qué iba a morir y su aceptación libre y voluntaria de su
destino. Nos entregaba lo más importante: su propia vida. Instituye la
Eucaristía o Santa Misa como memorial o recuerdo suyo. El servicio a los demás
en diferentes tareas o ministerios será parte esencial de su Iglesia. Nos da el
mandato del amor, siguiendo su ejemplo, que tanto amó que ofreció su propia vida por nosotros.
Es el gran contraste con nuestra pequeñez, que tantas veces nos dejamos llevar
por el egoísmo. Antes de comenzar la cena, se levanta de la mesa, se quita sus
vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego, se puso a lavar los pies de
los discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido. Esta tarea era
propia de esclavos. Así nos dio una gran lección de entrega y humildad, que
tiene una plena vigencia en la actualidad. Es en el amor y servicio a nuestros
semejantes, donde todos debemos dar ejemplo como miembros de la Iglesia.
2 comentarios:
¡¡¡ Feliz Viernes Santo!!!
Saludos de Vicenta.
Gracias Vicenta. Te invito a leer mis reflexiones en el día de Viernes Santo y Dios mediante, mi comentario del domingo sobre la resurrección De Jesucristo.
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