Declaración Universal de Derechos Humanos
Hay efemérides de tanta importancia que es necesario recordarlas, no solamente en el día señalado, sino en todos los días de nuestra vida. Esta declaración, que hoy conmemoramos, fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas reunida en París el día 10 de diciembre de 1948.
Quienes me leían en la anterior etapa de este Blog, que ha vuelto con renovado brío, saben que una de mis mayores inquietudes es la divulgación de estos derechos y su respeto en todos los lugares del mundo, también en España. La amenaza del terrorismo, que nos golpea con macabra cadencia, es una grave violación del derecho a la vida y la integridad de las personas. Muchos españoles son discriminados por sus ideas o por la lengua que hablan. El Gobierno no cumple sus compromisos de guardar y hacer guardar las leyes. Debe procurar atender, en primer lugar las necesidades básicas de los ciudadanos y garantizar los derechos a circular libremente por todo el territorio nacional, expresar las ideas propias o ajenas y defenderlas. El derecho a educar y ser educado, fomentando el análisis y la autocrítica es necesario para vivir en una sociedad libre. Debemos entender que no siempre prevalecerán nuestras razones y debemos escuchar y aceptar, si procede las ajenas.
Este artículo no lleva foto. Que cada cual coloque mentalmente la que crea oportuno. Próximamente, es mi intención divulgar y comentar algunos de los derechos reconocidos en esta declaración.
"LA ASAMBLEA GENERAL PROCLAMA
La presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los territorios colocados bajo su jurisdicción.”
Es nuestro deber procurar que así sea.
Jesús María Uriz
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