jueves, 10 de noviembre de 2011

20-N. EL ESTADO DEL BIENESTAR

En una campaña electoral no podemos tratar con el debido sosiego temas como la educación o la sanidad que inciden de manera tan directa en nuestras vidas. La cultura distingue de una manera especial a los pueblos, nos muestra sus características y su adaptación a las necesidades de cada momento. Debemos tener unos conocimientos mínimos de nuestro entorno y de nuestra historia. Es algo universal que no podemos trocear al servicio de intereses locales. La educación es un derecho fundamental al que no podemos renunciar. Está fuertemente unida a nuestra maduración como seres libres y responsables. Adquirimos una serie de conocimientos y destrezas que nos ayudarán a elegir entre diferentes opciones de vida. Los docentes deben aumentar de forma permanente sus conocimientos y aptitudes y tener la debida consideración social. El siglo XXI nos trae una profunda transformación de nuestra sociedad que nos va a pedir personas bien formadas con sólidos criterios morales y éticos.
La esperanza de vida cada vez es mayor. Va aumentando el número de personas que superan los 65-70 años con bastante buen estado de salud, pero que necesitan una atención y un entorno de vida agradable. Se lo han ganado con creces. Deben  tener unos medios de vida dignos. La asistencia geriática y unos servicios adecuados como la atención personal en el domicilio, son actividades con futuro que habrá que organizar y atender. Es necesaria una reestructuración de los servicios de salud,  con atención a las medidas preventivas y hábitos de vida saludables. Debe optimizarse la utilización de todos los medios disponibles tanto públicos como privados. La dignidad de las personas debe ser siempre respetada y los médicos y demás profesionales deben tener todo nuestro apoyo.
La manida expresión "estado del bienestar" oculta a veces una opción por el bienestar del Estado. Los ciudadanos cuando tienen necesidades no estarán al albur del Gobierno de turno o una determinada ideología. No pueden ceder ninguno de sus derechos y deben utilizarse de modo eficiente todos los medios existentes. Hay que construir el futuro y la nueva sociedad que vivirán las nuevas generaciones. 

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